Tocar con una caña fabricada por Andrés Riera es toparse con una pieza de arquitectura fina; es encontrarse con una pieza que, por más pequeña que sea, reúne todas las características y detalles que hacen de estas, unas de las mejores; me atrevo a decir que Riera cuida cada paso de la fabricación ya que los resultados musicales alcanzados con sus cañas son impresionantes, nosotros los fagotistas sabemos lo difícil y tedioso que es lograr que una misma caña tenga estabilidad en todos los registros del instrumento, él lo logra fácilmente; además de la flexibilidad, articulación y claridad del sonido, con una de estas obtienes un rango mucho más amplio en cuanto a las dinámicas se refiere. Es notable el contraste que consigo entre la suavidad y la potencia del registro grave, la espontaneidad y la docilidad en el registro medio y la solidez y la bondad que se logran en los agudos. Sin duda alguna, y de acuerdo con las exigencias diarias de las diferentes agrupaciones en las que participo, poder contar con estas distintivas joyas me permite olvidarme de los desvelos y preocupaciones que muchas veces han perturbado los objetivos y propósitos musicales y me concede la posibilidad de reforzar sublimemente el pensamiento estético que nosotros los artistas debemos difundir.
Leonardo Deán Díaz.
Fagot Solista Orquesta Sinfónica nacional del SODRE.
Leonardo Deán